Estimado Pável:
Hola, escribo para saludarte. ¿Qué haces? ¿Te sigues quejando de todo? Me gustaría saber si has cambiado y eres más agradecido, recuerdo que eres un ingrato crónico.
¿Sigues siendo un sentido? Me pregunto si aún piensas que la gente anda por ahí queriendo hacerte daño. Ojalá todo sea sólo producto de tu imaginación.
Has, por fin, decidido ser feliz y lo eres? Ya disipaste los fantasmas que te evitan tomar ciertas decisiones? O vinieron otros y las tomaron por ti?
Te has dejado ya de esas pretenciones tontas e insensatas? Esas que te hacen blofear y presumir para esconder lo pequeñito que te sientes? Seria bueno saber que ya eres más humilde. Controlas tu caracter? O es el que te controla a ti? Recuerdo que a veces bastaba una palabra para tumbarte de tu monticulo de felicidad. O un gesto de algun débil para hacerte enojar como gorila.
Cuentame, dime si ya superaste todos tus traumas y miedos. Te sigues quejando de estar viejo?. No me digas por favor que ya no tienes erecciones, según tú, eran lo único por lo que valia la pena existir. Dime si ya usas tu tiempo correctamente para recoger recuerdos y no lo malgastas durmiendo o viendo televisión.
Dime si ya dejaste de fastidiar la vida de los demás para cumplir tus propios caprichos y deseos. Dime si te sigues dejando fastidiar y pisotear por aquellos que cumplen sus sueños contigo? Sigues creyendo que es la soledad lo único que te rodea? Ese cuentito barato de estamos solos en el universo? Sigues creyendo que dios no existe? O ahora crees en él porque de verdad estás sólo, enfermo o perdido?
Ya le hablas a tus padres para decirles que los quieres? Buscas a tus hermanos para darles un consejo o escucharlos? Dime que la respuesta es sí. Te escribo con gusto y espero tu respuesta. Un abrazo.
Te lo digo hoy, porque estoy enojado contigo.
Tu yo del pasado.