2009-07-15

194 Pedrito

A veces la vida se vuelve vacía y sin sentido.

Antier o el día anterior empecé a hacer una historia en mi mente, esta vez no era yo buscando a mi primo de la infancia en mi infancia (quién ahora tiene dos chavitos y si fuera gringo sería un redneck), sino yo buscando la forma de ver la cabeza de un compañero del trabajo.

No tiene sentido? Tal vez lo tenga si siguen leyendo, digo ya cayeron en este blog por quien-sabe que razón, tal vez no tienen nada que hacer así que pues, tal vez mi explicación los entretenga.

Resulta que este tipo, mi compañero de trabajo, inequivocamente lleva algo en la cabeza, no hablo de buenas ideas, sino de algo que siempre la cubre. A veces es una cofia, otra veces un casco y al final del día una cachucha.

El día de la fiesta de fin de año, fiesta organizada por la compañia, esperaba verlo peinado, sin embargo llevaba traje, corbata y un sombrero!

El tipo en cuestión es soltero y todo el mundo dice que es medio depravado, que conoce todos los puteros de Toluca y del Distrito Federal, incluyendo la Zona Galactica de Chiapas.

Tiene no más de 32 años y se viste como chamaco (bueno se viste como yo, pero en talla chica)

Hubo una persona a quien le conté del parecido de nuestro personaje con Adal Ramones y con Claudio de Calo (la gente de mi generación entenderan la analogía), esta persona tiene más tiempo que yo en la compañia y me dijo la razón por la que Pedrito siempre trae algo en la cabeza.

Más de uno intuye la respuesta: Está calvo.

La razón era tan obvia como intrigante. Alguna vez me acerqué a él y le pregunte: Por qué siempre traes algo en la cabeza?

El sonrio y me dijo: -un día la verás.

Después de analizar la respuesta y descubrir que no se trataba de ninguna insinuación homosexual ni mucho menos de una albur, advertí que se trataba de una respuesta honesta.

Fue entonces cuando empecé a imaginar el modo en que conocería su calva.

Lo primero que vino a mi imaginación fue lo más simple y sencillo: Estiraba mi brazo y le quitaba la cachucha. Mientras mi cara morbosa miraba esa calva reluciente... luego un silencio... despues una carcajada mia...
-sería tan divertido! me decía a yo Pável a mí mismo.

Pero no quería terminar en Recursos Humanos explicando que tuve una riña con Pedrito por quitarle la cachucha y elevarla hasta donde él no la alcanzará y que mi móvil era nada más y nada menos que la pura curiosidad... móvil idéntico al que me condujo al día en que puse la lengua en el refrigerador.

Imagine luego algo más extraño. Imagine un fuego generado en un reactor, me imagine en mi traje de bombero caminando entre las llamas mientras unos maderos incendiados caian sobre mí y yo, más chingón que Chuck Norris me sacudía el hombro y seguía adelante hasta encontrar el cuerpo del muy llevado y traido señor de la cachucha, lo tomaba entre mis brazos y le decía: -No te preocupes Pedrito, yo te sacaré de este infierno.

Los maderos incandecentes seguían cayendo, un montón de piedritas empezaban a flotar en el ambiente, así como en Goku y un temblor comenzaba a sacudirlo todo!

Entonces lo cargaba, pero no podía levantarlo... entonces le decía: -Amigo, debes quitarte el casco, es muy pesado y no puedo cargarte con él puesto!! (obviamente le mentía, soy muy fuerte, solo quería ver su calva).

El contestaba: -No! Por favor No!, me lo decía mientras sostenía un pañuelo ensangrentado que apretaba contra su pecho para evitar que la herida en su pecho lo desangrara.

A lo cual yo conteste: No mames pinche Pedrito! No mames! Nos vamos a morir en este infierno si no te quitas el puto casco! (en mis sueños cuando estoy en una situación de peligro maldigo y exclamo los más vulgares de los improperios)

- No, no quiero que la gente me recuerde como un horrible calvo... noooo! Decía Pedrito con la voz entrecortada.

Entonces yo levanta y decía, con la seriedad de un gladiador espartano: - está bien! se hará a tu modo... pero no puedo verte sufrir!!!

Entonces sacaba una metralleta y le disparaba en el pecho.... tarratarratarratatatatatata! tarratatatatarratatatata!

Unas lagrimas escurrian por mis mejillas. Luego lo veía muerto. Cerraba sus ojos con mi mano y le quitaba el casco y le sacaba una foto y luego la subía al internet y me reía mientras le explicaba a Recursos Humanos porque no pude rescatar a tiempo a Pedrito de entre los escombros de la fabrica.

Todavía me estoy riendo.




FIN


Nota Pérez1: Obviamente en una planta química las instalaciones no son de madera.
Nota Pérez2: Aún no conozco la apariencia de la cabeza de Pedrito.