El puesto de guardia era uno de alto rango y sumamente digno, los monjes de tal templo deseaban mucho ese puesto.
El Monje sabio quería saber quien era el chipocludo que se quedaría con el puesto, cito a todos los monjes (estos monjes eran chidos en el uso de las armas, eran fuertes y pues le ganaban al mejor Samurai-Karateca-Judoka-papas-fritas, o sea que su fuerza y habilidad guerrera no estaba en discusión).
Entonces este Monje imaginario puso un jarrón hermoso en el centro del cuarto de reuniones, la luz entraba por una ventana... se veía superchido el famoso jarrón... todos los monjes se quedaron boquiabiertos... luego el Monje puso una flor más bella aún que el jarrón dentre de éste.
Les dijo a todos:
-"He aquí el problema... solucionenlo, el que lo haga será el Guardían", dijo, mientras señalaba con el dedo tanto el jarrón como la flor...
Todos los monjes se quedaron pensativos... qué podía estar mal? se preguntaban.
De detrás de todos ellos salio un monje camino hacía la mesita sobre la que se encontraba la flor y el jarrón, saco su espada y de un sólo golpe hizo cachitos tanto el jarrón como la flor (suena a canción de Selena... en fin).
-El será el Guardían. Dijo el Monje mayor, el chipocludo.
Todos se fueron a chupar o algo así.
Saludetes
Nota Pérez1: La razón por la que el Monje le dió el puesto al que rompió el Jarrón es porque se supone que lo correcto es acabar con los problemas de un tajo, no dejar un problema resuelto a medias, no importa que tan bello sea la causa de tus problemas, ponerte borracho, ir a tables, una mujer superhermosa o algo que a pesar de su belleza te hace daño... acabar con tus problemas de tajo... y evitar vivir en el pasado... dejar ir las cosas malas... las personas malas... o las situaciones malas.
Nota Pérez2: Pero que díficil es lograrlo...
Nota Pérez3: El experimento del post anterior fue un fracaso.
Nota Pérez4: Adiós y gracias a todos los que leyeron mis inútiles posts.